Arequipa (Especial).- Una conferencia magistral sobre Eutanasia y respeto a la dignidad humana dio la vicepresidenta del Tribunal Constitucional (TC), Luz Pacheco Zerga, en el marco del XIV Congreso Nacional de Derecho Constitucional, que se desarrolla en la Universidad Católica de Santa María, en Arequipa.
Durante su ponencia destacó el marco jurídico peruano, específicamente, el artículo 1 de la Constitución, según el cual la defensa de la persona humana y el respeto de su dignidad son el fin supremo de la sociedad y del Estado. Y el segundo artículo, que reconoce el derecho a la vida e integridad física, incluyendo al concebido.
En su intervención resaltó que el concepto de dignidad humana está directamente relacionado con el modo de ser humano y la conducta que se sigue a su capacidad de conocer no sólo realidades sensibles, sino también los conceptos universales y reflexionar sobre sus propios actos. De tal modo que, además, puede decidir libremente cómo actuar, sin estar sometido, como los animales, a la fuerza de los instintos.
Y la conducta propiamente humana, cono reconoce el artículo 1° de la Declaración Universal de los Derechos Humanos, es la de comportarnos fraternalmente, pues gozamos de igual dignidad.
Finalmente, indicó cómo el respeto a la dignidad no equivale a asentir a cualquier decisión de una persona, sino solo a las que responden a las exigencias jurídico-naturales de nuestra naturaleza racional.
Y que, la dignidad es intrínseca a la persona: no depende de las circunstancias externas. Por tanto, toda muerte es digna, lo que podrían no serlo son las circunstancias de esa muerte.
Asimismo, que el suicidio no puede calificarse como «derecho a la muerte», como han declarado algunos tribunales europeos. Más bien, es parte de la libertad de acción de las personas. Esta realidad se corrobora porque todo derecho implica el deber de respetarlo y cumplirlo de parte de los demás ciudadanos. Si aceptáramos ese falso derecho, llegaríamos, al absurdo de que los demás tendríamos el «deber de matar» por respeto a la dignidad humana.
La magistrada subrayó, más bien, el deber, acorde con la dignidad humana, de atender a las personas con enfermedades terminales, con cariño, respeto y aliviando sus sufrimientos, aunque eso pueda traer la consecuencia de acortar el tiempo de vida, como cuando se emplea morfina para aliviar los dolores, o de no emplear tratamientos invasivos, como las sondas, entubamientos, respiración artificial, etc. , si así lo hubiese manifestado quien padece esa enfermedad. Se trata de no alargar innecesariamente sus vidas y, como medida extrema. dormirlas si no quisieran enfrentar la vida, pero no cometer un homicidio, por una piedad mal entendida. Los cuidados paliativos son la respuesta adecuada al respeto debido a la dignidad humana.
Esta conferencia la brindó en el coliseo Santa María, en el campus central de la Universidad Católica de Santa María.
Arequipa, 3 de noviembre de 2023
Oficina de Imagen Institucional del Tribunal Constitucional